La primavera llega a La Villarroel con el estreno de Dones de ràdio, una pieza escrita por Cristina Clemente y dirigida por Sergi Belbel que aborda con valentía y sensibilidad el cáncer de mama, pero lo hace desde una perspectiva insólita: la de la risa que acompaña al dolor, la solidaridad que nace entre desconocidas y la capacidad de sobre. Tres mujeres muy distintas —una periodista de éxito (Àngels Gonyalons), una enfermera tímida (Sara Espígul) y una joven vitalista (Sara Diego)— se ven unidas por la enfermedad y acaban encontrando una forma insospechada de cerrar filas… a través de un programa de radio.
Cristina Clemente ha explicado que la idea del texto nació de una vivencia personal y de un encuentro con mujeres que habían superado el cáncer: «No es teatro documental, pero sí que cada personaje recoge muchas voces reales. Quería que estas historias se vivieran con la misma intensidad que me transmitieron a mí». La autora ha agradecido especialmente la complicidad de Sergi Belbel, quien ha acompañado el proyecto desde las primeras páginas: «Es un texto delicado, y Sergi lo ha cuidado como si fuera suyo».
Actrices con luz propia
Àngels Gonyalons encarna a Rosa, una periodista de renombre que se resiste a aceptar el diagnóstico. «Lo primero que hace mi personaje es negarlo. Ella lo tiene todo controlado, pero esta vez no. Y es precisamente lo que aprende de las demás mujeres lo que la transforma. Esta función es especial porque mezcla comedia y emoción de una forma muy fina». «Hay un nudo en la garganta pero también muchas risas. La gente nos dice: «Nos daba miedo venir, pero ahora sólo queremos darles las gracias»», explica la actriz.
Sara Espígul interpreta a Àgata, una enfermera del Hospital del Mar. «Es una historia que habla de cosas muy profundas. Mi Ágata es tímida, pero encuentra la fuerza para salir adelante y ayudar a las demás. Esta obra es útil para todos, estamos muy desinformados y necesitamos hablar del cuerpo, de la salud, de la vida».
Sara Diego da vida a Carol, un personaje vital y desenvuelto. «Ellos es muy payasa, dice cosas que las demás no se atreven a decir y eso es muy liberador. Sergi nos ha dado mucha libertad para crear y eso ha sido un lujo. Además, ¡os aseguro que se reirán muchísimo!».
Otro de los aspectos particulares del montaje es su puesta en escena: a cuatro bandas y con un dispositivo escenográfico simbólico diseñado por Max Glaenzel, donde destaca una gran piedra en el centro del espacio. Un elemento que, según Belbel, «puede ser muchas cosas: un tumor, un meteorito, o simplemente lo que irrumpe en la vida sin avisar y lo cambia todo».
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