Por Oriol Puig / @ori_uri
Probablemente, nadie en el teatro español pueda llevar con más justicia el calificativo de “diva” que Concha Velasco. Una definición hecha a medida, como lo es El funeral, una obra en la que el director es uno de sus hijos, Manuel M. Velasco. El funeral es una comedia con fantasma, dice la publicidad. Y es que Lucrecia Conti, el personaje que encarna Concha Velasco, es también una diva que acaba de morir, o quizás no. Actriz capaz de interpretar con igual desparpajo y acierto la comedia o el drama, el teatro o la revista, el cine o la televisión, “Conchita“ Velasco, como le gusta que le digan, vuelve a Barcelona, entre fantasmas y risas.
TEATRE BARCELONA: Ha comentado que es uno de los papeles más difíciles que ha interpretado durante su larga trayectoria.
CONCHA VELASCO: Sí. Son personajes muy diferentes y, además, ninguno es real.
Hay que tener mucho sentido del humor para asistir a su propio funeral.
Reírse de una misma a través de un funeral es muy divertido. ¡Lo recomiendo!
¿Qué se encontrarán los que vayan al velatorio?
Es una comedia muy loca, muy divertida, en la que todo el tiempo están pasando cosas. Es una obra moderna y sobrenatural, como dice Manuel. Es una función escrita por un joven y para jóvenes, en la que los mayores también se lo pasan fantásticamente bien.
¿Cómo es Lucrecia Conti?
Es una actriz fracasada que fue conocida en su momento. Es muy rica, pero no por su trabajo como actriz, sino por negocios oscuros. Tiene unas nietas que se mueven por la codicia y ella les exige que el funeral se haga en un teatro si quieren recibir la herencia… ¡hasta aquí puedo leer! Porque después es cuando aparece el fantasma de la muerta y empiezan una serie de situaciones divertidas.
Un fantasma hecho a medida.
(Ríe). ¡Me apetecía mucho hacer de fantasma! Se trata de un encargo que le hice a mi hijo, llevaba mucho tiempo seguido haciendo unos dramas maravillosos. Le pedí una comedia que jugara con el humor. Hay momentos muy divertidos, como cuando Lucrecia reparte pastas al público que ha ido a su funeral. Pero como soy un fantasma, no puedo tocar a la gente. A pesar de que en el espectáculo hay mucha interacción con el público.
¿Cómo ha sido ponerse a las órdenes de su hijo?
Soy muy disciplinada y tengo bastante carácter, pero mi hijo tiene más y he seguido sus órdenes. Además, no quiero que la gente piense que hay favoritismos, sería perjudicial para él.
Vaya, no ha podido tirar de galones.
No. He sido muy respetuosa con el director. No me dejaba pensar, no me dejaba decir nada… pero esto es una buena referencia para los tres actores jóvenes que, cuando ven que yo obedezco las órdenes del director sin chistar, lo hacen ellos también. Pero conmigo ha estado excesivo, las cosas tal como son…
¿Con qué se siente más cómoda, con la comedia, o el drama?
Lo más difícil es hacerlo bien y conectar con el espectador, tanto en la comedia como en el drama.
¿Qué piensa del teatro que se hace en España?
El teatro que se hace es bueno, nunca se ha hecho mal, es un país ejemplar, en gran parte porque hay un público que ha sido educado para ir a verlo y la gente va. ¡Es maravilloso!
Ha expresado su voluntad de seguir en el escenario mientras pueda a pesar de que hace unos meses dijo que abandonaba la escena.
Estuve muy enferma y dije que lo dejaba, pero ahora estoy buena y no lo dejaré. Soy consciente de mi edad y de las limitaciones físicas que puedo encontrar. Yo tengo firmado con El funeral hasta que cumpla 82 años. Seguiré en el escenario mientras pueda.