Hasta el 9 de febrero el Teatro Tantarantana recupera ama dictadura, una creación de la compañía Hermanas Picohueso. Interpretada por Josep Orfila y Lluki Portas, quien también asume la dirección, el espectáculo es una reflexión sobre las herencias del franquismo en la sociedad actual. Para ello parte de un retrato satírico de Carmen Polo, esposa del dictador Franco, al más puro estilo revisado del corazón.
«La figura de Carmen Polo es la perfecta excusa para hablar sobre la herencia que nos ha dejado la moral franquista en este país», explica la directora, y añade: «Sobre todo, nos sirve para abordar el concepto de las cacerías: las cacerías de Carmen a sus collares, la cacería de Franco a Carmen, las cacerías de las clases altas e, incluso, las cacerías de la ultraderecha a personas vulnerables».
Una reflexión sobre las cacerías y las herencias
La compañía propone una reflexión sobre la herencia de una época oscura mediante el humor, la crítica y una estética que capta la contradicción entre la superficialidad de una revista del corazón y la crudeza de la historia que cuenta. Este enfoque permite un juego dramatúrgico que expone cómo el pasado todavía vive en los rincones menos evidentes del presente. «¿Qué es España? La finca del abuelo. Esto respondía a la nieta de Franco cuando era pequeña. Cincuenta años después, esta finca todavía es de las mismas familias, y las cacerías están más de moda que nunca», comenta la compañía.
Dama dictadura recupera recursos audiovisuales que ya habían utilizado en Excalibur i altres històries d’animals morts, y se adentra en un formato que mezcla humor, surrealidad y tragedia. Según Portas, el fascismo es «un monstruo que se encuentra en rincones donde menos te esperas, dentro de unas botas con punta de acero, en la boca de un policía que critica tu ropa o, incluso, dentro de la pequeña Carmen Polo que todos llevamos dentro».
La obra también aborda episodios de violencia histórica, como los asesinatos de Sonia Rescalvo, Lucrecia Pérez y Guillem Agulló, que se disfrazan en escena como cacerías de la propia Carmen Polo. ¡Este relato es llevado al límite de la sátira con la invención de la revista ficticia Holi! y un tono de tragicomedia que contrasta con la crudeza de los hechos narrados.
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