SALA VERSUS GLÒRIES

'Ben Plantats' aborda la violencia intragénero con humor negro

Una obra de Joaquín Arias que aborda la violencia intragénero dentro del colectivo LGTBIQ+ a través de la metáfora de la jardinería

Una pareja de hombres atrapada en una relación de control y dependencia, envuelta en sarcasmo y humor negro. Ésta es la premisa de Ben Plantats, la nueva comedia escrita por Joaquín Arias y dirigida por Anna Sarrablo, que se podrá ver en la Sala Versus Glòries hasta el 1 de junio.

Inspirada en la idea de que “el amor necesita los mismos cuidados que una planta”, la obra utiliza la jardinería como metáfora para explorar las dinámicas de poder y violencia emocional dentro de una relación entre dos hombres. Arias explica que empezó escribiendo sobre un patrón claro de abuso, pero pronto se dio cuenta de que «en las relaciones homosexuales los perfiles no son siempre tan claros, porque la violencia intragénero aparece a menudo escondida bajo la ironía propia del colectivo LGTBI+».

Este enfoque surgió, en palabras de Sarrablo, de una inquietud compartida entre amigos: «Quisimos trasladar a escena conversaciones y vivencias sobre relaciones tóxicas. La propuesta de Joaquín nos cautivó desde el primer momento: una metáfora tan simple como poderosa, con un lenguaje fresco, directo y cargado de ironía».

«Es una partida a dos bandas entre dos hombres que juegan a llamarse y desdicharse, a hacer y deshacer, a necesitarse y rechazarse»

La historia gira en torno a Xavi, un hombre de cuarenta años que, después de perder su trabajo como ilustrador, abre un canal de jardinería en las redes. Su pareja, Nico, mucho más joven, quiere hacer realidad su sueño de ser bailarín. Cuando Xavi descubre que Nico ha llegado a la fase final de una audición que le puede alejar durante meses, hace todo lo posible por impedirlo. “Como ocurre en esta obra, también en la vida real hemos ejercido –y sufrido– abusos: desprecios, ghosting, infidelidad… o impidiendo que el otro cumpla sus sueños”, apunta Arias.

Sarrablo remarca que lo que le interesaba como directora era profundizar en esta complejidad emocional: “Los roles de poder y sumisión, la fragilidad emocional, las conductas destructivas que emergen ante un cambio inesperado… A menudo, ante estas sacudidas, aparecen las adicciones, las fugas hacia delante y el autoengaño”.

Con un tono ácido y una estructura de duelo escénico, Ben Plantats muestra a dos personajes narcisistas, ególatros e incapaces de comunicarse con sinceridad, luchando en un pulso emocional que oscila entre el deseo y la destrucción. «Es una partida a dos bandas entre dos hombres que juegan a llamarse y desdicharse, a hacer y deshacer, a necesitarse y rechazarse. Todo como si de un ring de boxeo se tratara», dice Sarrablo. Al salir del teatro, quizá el público no sabrá cómo cuidar una planta… pero sí identificar cuándo el amor se pudre.

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Periodista y gestor cultural. Responsable de contenidos editoriales de TeatreBarcelona.com. Ha trabajo en medios como Catalunya Ràdio, El Periódico de Catalunya, La Xarxa, Ràdio 4 o Rac1.

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