A menudo se ha criticado que los grandes teatros no se ven suficientemente obras de autoría catalana contemporánea. Por suerte, sin embargo, hay pequeñas salas que temporada tras temporada, mantienen su apuesta por los autores catalanes, y abren la puerta a que se puedan representar más allá de nuestra casa.
SALA BECKETT: LA ÚLTIMA TEMPORADA EN GRÀCIA
Esta es la última temporada de la Sala Beckett en Alegre de Dalt. Las obras en el Poblenou están prácticamente terminadas y habrá que hacer el traslado. Esta es, pues, una temporada especial y Toni Casares, director de la sala, ha querido iniciarla dando espacio a tres de las compañías actuales «más interesantes»: La Calòrica, La Ruta 40 y La Virgueria. «De la generación actual de compañías es interesante el respeto absoluto por lo que les ha precedido, la madurez a pesar de la juventud y la conciencia y respeto que tienen por la figura del autor», explica Casares, «además de la apuesta para nuevas formas de producción y relación con los espectadores, de las que tenemos que aprender «. Esta conciencia se traduce en la incorporación del autor a la compañía o al proceso creativo. Como hace La Calòrica, que después «de haberlos perseguido durante bastante tiempo», abren temporada con Bluf, de Joan Yago. Un texto que, a través de 12 personajes muy diferentes, nos muestra como hoy vivimos cada elige como una pequeña pérdida, la oportunidad perdida de una experiencia más estimulante. Unos personajes que salen en busca de la felicidad, de su pequeño papel de héroe, pero que tendrán que darse cuenta de que «no se puede ganar un premio Pulitzer y al mismo tiempo ser el nuevo Kurt Cobain».
Más tarde llegará el turno de La Ruta 40 y La colección, de Harold Pinter, que ya se ha podido ver en el Festival Grec y FiraTàrrega. El texto, uno de los menos conocidos del autor, muestra «el uso que hacen las personas de una verdad en beneficio propio», explica Albert Prat, el director. Así, lo que comienza como una verdad absoluta, poco a poco se va desmontando. Como una partida de cartas, los protagonistas, Stella, James, Bill y Harry, moverán ficha y utilizando el lenguaje para atacar en el que se convierte en varios triángulos de deseo sexual. Y ya en noviembre será La Virgueria quien presente su nuevo montaje, Snorkel. Un texto de Albert Boronat escrito a partir de las improvisaciones con los actores y que, a través del humor negro, quiere explicar cómo vivimos la realidad hoy, «como nos relacionamos a través de un like en Facebook» o como nos miramos las cosas que nos gustan «sin las narices de sumergirnos en ella hasta el fondo».
SALA FLYHARD: QUE LA AUTORÍA CATALANA CONTEMPORÁNEA VUELE
La Sala Flyhard es aquella sala pequeña de Santos, diminuta, donde todo pasa extremadamente cerca. Dice Carol López, que esta temporada presentará Sunday Morning, que es aquí donde se han programado las dos obras más potentes que ha visto últimamente. Quizá por eso hacía tiempo que pensaba que aquella pieza que había escrito para el Torneo de dramaturgia del Temporada Alta, tenía su lugar allí. Pero no nos adelantemos. Antes, Marc Artigau presenta Cajas, una historia llena de cotidianidad que comienza como una comedia romántica, con una pareja que decide mudarse, pero que irá derivando hacia un lugar muy diferente. Y es que en esta mudanza se perderán todas sus cajas, todo su mundo y, en su lugar, aparecerán otras (los vecinos de enfrente) con las que decidirán comenzar una nueva vida. Rubén de Eguía, Meritxell Calvo, Aina Calpe y Santi Ricart serán los encargados de dar vida a esta pieza enigmática dirigida por Montse Rodríguez.
Como en las anteriores temporadas -y ya hay van siete-, la Flyhard apuesta por la producción de textos catalanes contemporáneos inéditos. Pero, como ya empezaron a hacer la temporada pasada, hay programan una compañía invitada, con una pieza ya estrenada. En este caso es la Cía A trois teatro y su Ricard de Tercero de Gerard Guix. «La historia parte de la premisa de unir la obra Ricardo III de William Shakespeare con los adolescentes que llegan un día armados en clase y matan a sus compañeros de instituto», explica Yeso. El joven Quim Ávila da vida a Ricardo, el adolescente tímido e introspectivo que pasa horas encerrado en el garaje de su casa.
Una de las novedades es el ciclo Más que una lectura, que se realizará entre montaje y montaje durante cuatro días. El objetivo es dar a conocer algunos de los textos que les llegan a medio camino entre la lectura dramatizada y un montaje terminado. En noviembre será el turno de Jordi Centelles y su thriller Se oscurece, más tarde se verá Fahrenheit 1076 de Artur Rodríguez. Por otra parte, producciones de la temporada pasada como Mata tu alumno o New Order harán gira. Tortugas: la desaceleración de partículas, de Claudia Cedó, además, hará temporada en el Club Capitol durante dos meses. Y es que, como reconocen: «para poder vivir, necesitamos hacer gira». Y este objetivo centrará gran parte de sus esfuerzos, con un salto adelante añadido: La Pols se podrá ver en Madrid como Cenizas y la idea es que, si funciona, no sea la única producción que haga el puente aéreo.
TEATRO TANTARANTANA: LA CASA DE LAS COMPAÑÍAS
«Nuestra voluntad es ofrecer un teatro abierto a los creadores que se convierta en un generador de nuevos públicos, no un mero escaparate», explicaba Roberto Romei, director artístico del teatro. Entre el Ático 22 y los Bajos 22 se podrán ver hasta 79 espectáculos, donde se incluyen espectáculos familiares, proyectos comunitarios en el Raval y el Poble Sec, las compañeras invitadas y El ciclón, el proyecto de compañías en residencia que este año acoge nuevamente La Casa Real y La Calòrica, y se incorporan La Minimal, La Ignífuga y Dara Teatro.
Woyzeck caducado, que intenta averiguar qué nos puede pasar (o nos ha pasado) si la educación se transforma en formación de gente funcional, soldados para favorecer los mercados, es el espectáculo encargado de abrir la temporada. La Danesa llevará su segundo espectáculo, la distancia entre el rayo y el trueno, un drama apocalíptico con amor e intriga. La peleones hace el triplete con Una pared azul-cielo, la Podrida y El efecto perfecto. Dara Teatro, tras su paso por Madrid, volverá con su iMe, una comedia que nos sitúa en un futuro no muy lejano donde la evolución de las redes sociales ha sustituido toda forma de comunicación no verbal, y más tarde estrenará Mares Juan , una comedy-show que intenta averiguar por qué alguien puede querer ir a Marte para no volver.
Una gran parte de las compañías apuestan por textos propios. También la sala quiere hacer este año una apuesta por la autoría contemporánea y ha firmado un convenio con seis países, entre ellos Colombia o Brasil, para que lleguen los textos de dramaturgos catalanes y españoles, en alianza con otros espacios teatrales como el Teatro del Astillero de Madrid.
The Mamzelles Teatre