Josep Maria Pou dirige y protagoniza Prendre partit en el Teatre Goya, un espectáculo que cuestiona la difícil relación entre cultura y poder, arte y política partiendo de la historia real del director de orquesta Wilhelm Furtwängler, acusado de colaboracionismo con el régimen nazi.
Tras la victoria de los ejércitos aliados en 1945, en Alemania se inició un proceso de desnazificación con el objetivo de depurar la administración, la prensa, la justicia y la política de toda influencia nacionalsocialista. Tomar partido ficciona los meses previos del juicio a Wilhelm Furtwängler, para muchos el mejor director de orquesta, pero para muchos otros cómplice del régimen nazi por haber aceptado dirigir la Filarmónica de Berlín durante la dictadura alemana. El autor del texto, Ronald Harwood (guionista de El Pianista y Oliver Twist), parte de un hecho y un personaje reales, pero en ficciona el desarrollo y el resto de personajes.
Josep Maria Pou se pone en la piel de Furtwängler «sin pretender en ningún momento ninguna similitud física, sino buscando la proximidad en la actitud de un hombre altivo, distante, ególatra y divo«. Andrés Herrera interpreta el mayor norteamericano, Steve Arnold, que tiene el encargo de llegar al juicio con pruebas suficientes para declararlo culpable. Arnold no ha sido escogido al azar, sino que tiene el perfil que interesa a los aliados, porque es un hombre totalmente ajeno al mundo de la música, pero «durante el proceso de investigación deberá adentrarse en su mundo y se irá transformando hasta llegar a sentir un punto de empatía hacia Furtwängler«, explica Herrera. Entre otros motivos, porque no encontrará ni un solo testigo en contra del director.
Sandra Monclús interpreta a una viuda judía en la que Furtwängler ayudó a huir del país, Pepo Blasco el segundo violinista de la Filarmónica de Berlín, Sergi Torrecilla es un teniente americano recién llegado después de la guerra, nacido en Alemania y judío y Anna Alarcón es la secretaria de la comisión de investigación, «un testimonio brutal de todo lo que pasa en escena». Un personaje muy importante, prácticamente sin texto, que «se irá transformando con todo lo que pasa en escena y que guarda un secreto muy importante», revela la actriz.
LA SOMBRA DE LA DUDA
Aunque Furtwängler fue declarado inocente en el juicio, la sombra de la duda aún se mantiene hoy porque si bien es cierto -está documentado- que el músico ayudó a huir de Alemania muchos judíos, precisamente esto pone en duda sus declaraciones en el que asegura no saber qué pasaba realmente en el país durante la dictadura de Hitler. Sea como sea, la voluntad del espectáculo es, según su director, que sea el espectador quien tome partido y decida si es culpable o inocente.
La obra se estrenó en Londres en 1995 con el título de Taking Sides, dirigida por Harold Pinter. En 2001 se estrenó una versión cinematográfica que no se ha llegado a estrenar nunca en España.
Texto: Mercè Rubià / Fotos: David Ruano