Aunque empezaron con teatro de texto, hace tiempo que Dagoll Dagom es sinónimo de teatro musical de creación en catalán. La extraordinaria labor dentro y fuera de los escenarios a lo largo de cincuenta años hace que generaciones de espectadores sientan Dagoll Dagom parte de sus vidas y responsable de miles de primeras experiencias teatrales con las escuelas. Joan Lluís Bozzo, Anna Rosa Cisquella y Miquel Periel han sido hasta hace poco las tres caras visibles de la formación, que ahora inicia su recta final con Cisquella a la cabeza.
Teatre Barcelona: ¿Se despiden justo antes de volver a estrenar Mar i cel?
Anna Rosa Cisquella: Teníamos claro que queríamos acabar con Mar i cel, pero surgió la opción de hacer antes esta antología dentro del Festival Grec y la casualidad ha querido que Dani Anglès se ofreciera a dirigirla. Descubrí que Dani se conoce toda la historia de Dagoll Dagom mejor que yo. Además, conoce al Teatre Grec porque ya ha dirigido otros espectáculos musicales.
¡Vosotros también se lo conoce bastante!
¡Nos lo conocemos y hemos sufrido incluso la lluvia en alguna ocasión! En el Teatre Grec hemos hecho Antaviana, Glups!, El Mikado, La Perritxola…
Más que un concierto, ¿será un espectáculo?
Será un concierto con 40 músicos en directo y un coro de 20 cantantes, y también será un espectáculo porque hay una dirección de escena con la participación de David Pintó y Ariadna Peya, que hará todo un movimiento escénico que implicará a los solistas pero también cinco bailarines.
Cisquella durant el assajos del primer ‘Mar i Cel’
¿Dagoll Dagom siempre ha encontrado alguna excusa para hacer una celebración?
Celebramos los 40 años con las fuentes de Montjuïc bailando al ritmo de nuestros musicales. Y siempre hemos celebrado la función número 100, la 200… y las 1.111 funciones de Mar i cel. Son eventos que crean complicidad.
¿La complicidad es la clave?
Todo sale mejor si el equipo se siente orgulloso de trabajar en Dagoll Dagom. Hemos trabajado el espíritu de compañía, no de la fábrica de musicales. Siempre digo que Dagoll Dagom ahora sois vosotros.
¿Veremos el nuevo reparto de Mar i cel en esta celebración?
Sí, lo presentaremos a los asistentes y cerraremos la noche invitando a todos los artistas que han pasado por Dagoll Dagom a cantar juntos «Les veles s’inflaran«.
El repartiment de ‘Mar i Cel’ 2024
¿Ha sido difícil la elección de los protagonistas de Mar i cel?
En el casting, se presentaron unas 1.000 personas. Los dos directores musicales, Joan Vives y Sergi Cuenca, seleccionaron a las 200 que fueron pasando audiciones hasta las últimas pruebas, con vestuario y maquillaje. He notado que en Cataluña hay más chicas que chicos con un alto nivel para el teatro musical.
¿Qué veremos de nuevo?
Con Joan Lluís Bozzo, director de escena de la producción original, hemos acordado que será una reposición a cargo de Miquel Periel y mío, respetando su dirección. Que la gente no espere cambios, porque ya los hicimos en la última producción, con proyecciones que sustituían al fondo pintado.
Bozzo, Cisquella y Periel durante la presentación de ‘Mar i cel’ 2024
¿Podemos considerar que el gran cambio es el reparto?
Sí, veremos una Blanca, un Saïd y un Ferran diferentes. Creo que Blanca no odia a Ferran. Pese a que sea la familia quien le elige al marido, no es un matrimonio forzado. Quiero que el público sienta cierta empatía por Ferran. De hecho, Ferran se enfrenta al suegro y le culpabiliza del desenlace.
«Blanca choca con una realidad que la condena, por ser valiente»
¿Crees que Blanca conecta con el público de ahora?
Sí, porque Blanca quiere llevar las riendas de su destino. Cuando se enamora de Said ella tiene claro que quiere irse con él y si es necesario se enfrentará al padre. Pero choca con una realidad que la condena, por ser valiente.
¿Mar i cel marcó un nuevo camino en el teatro musical de creación en gran formato en catalán?
Como todo logro, es una confluencia de factores. TV3 nos apoyó en una época en la que había más audiencia, fue el primer espectáculo que permitía comprar entradas a través de los cajeros automáticos de Caixa Catalunya y por primera vez las banderolas de las farolas se utilizaron para anunciar un espectáculo. La repercusión fue inédita.
‘Flor de nit’
¿Y ese éxito fue una excepción?
Es cierto que después de Mar i cel subimos la apuesta con Flor de nit y no igualamos el resultado. Al terminar Bozzo se planteó dejarlo, del cansancio que teníamos. También sudamos para levantar un musical como Scaramouche y, por lo que sea, no convenció al público. Tienes que hacer muchos musicales para tener uno que sea un éxito. Lo mismo ocurre en Broadway.
¿Últimamente se ha movido mejor en el medio formato?
L’Alegria que passa creo que pudo hacer una temporada más larga, porque ha conectado muy bien con el público joven, como Cop de rock, donde incluso hicimos un carnet de fidelización porque vemos que la gente repetía. Y Maremar en otra época habría dado gira por España.
‘Cop de rock’
Y versionando operetas inglesas también tenía mano…
Tanto El Mikado como Els pirates, ahora lo veo y pienso: «¿Cómo lo hacíamos?». Eran producciones con mucha gente en escena, gran orquesta en directo, escenografías enormes… y hacíamos mucha gira con dos trailers. Esto ha terminado, no sé si volverá.
‘El Mikado’
¿Hay algún musical que se le haya quedado en el buche?
Me hubiera gustado hacer un gran musical de Terra baixa, en un mundo de oficinas de una estética similar a las de la película El apartamento. Lo veía clarísimo, pero somos tres y los demás no lo vieron claro. Como tampoco vieron claro convertir en musical el libro El principio de Peter, otro proyecto que quedó en el cajón.
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