Como pudimos comprobar recientemente en La treva dirigida por Julio Manrique, el periodismo es una profesión magnífica para hablar de algunas de las cuestiones éticas, profesionales y personales que más inquietan a la gran mayoría de seres humanos. De alguna manera, se trata de un oficio que conecta fácilmente con algunos de los conflictos, intereses, dudas y necesidades más universales de la sociedad occidental. Un tret al cap es una obra lo bastante inteligente y bien construida como para aprovechar estos elementos inherentes del subgénero en un cóctel donde encontramos momentos de thriller, comedia y drama social mezclados con gran habilidad. Protagonizada por tres excelentes actrices, Emma Vilarasau, Mar Ulldemolins e Imma Colomer, dirigidas espléndidamente por Pau Miró, el tono realista que respira la pieza consigue que la historia fluya ágilmente y atrape el espectador desde el primer momento. Sólo un curioso giro de la trama principal cerca del final del montaje despista un poco, cerrando aquello que nos estaban explicando como eje principal para dirigir la atención hacia otro lugar. Este desvío resulta muy repentino pero sirve al autor y director para encarar como conclusión la parte más humana de los personajes, reconduciendo, así, la situación de manera brillante. Se trata, pues, de una interesante reflexión sobre la crisis del periodismo, la ética profesional y la censura en los ámbitos público y privado que, con unos diálogos más inspirados que no, en cambio, algunos de sus monólogos, convence, remueve, entretiene e interpela como cabía esperar de un espectáculo de estas características.
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