Siempre es refrescante ver el trabajo de compañías independientes provenientes de otros países, ya que, en muchas ocasiones, abren la perspectiva del teatro al que estamos acostumbrados a ver en nuestra ciudad. En este caso, Arrogante Albino es un grupo de jóvenes artistas mexicanos cuya honestidad les ha permitido hacer un ejercicio autorreferencial que consigue trascender de su realidad circunstancial sin ser pedantes ni superficiales. A medio camino entre el teatro documental y la performance, el montaje logra transmitir vida, realidad, ilusión y nostalgia de la manera menos pretenciosa pero sin esquivar la precariedad, las contradicciones y la parte más fea del mundo que los rodea.
Con el uso constante de grabaciones de vídeo, marcan su idiosincrasia generacional y subrayan la mirada del viajero, del turista o el extranjero que está presente durante todo el espectáculo. También destaca su especial habilidad para equilibrar el patetismo más crudo con la ligereza de un tono que demuestra su gran sentido del humor. Así, plantean cuestiones muy interesantes sobre Barcelona o Cataluña, desde su particular percepción, al mismo tiempo que tratan de divertirse con todo el proceso y de aportar algún relato de valor con la obra. Como en otras muchas propuestas de este tipo, en algunos momentos, caen en la irregularidad y no todas las ideas o escenas son efectivas. Sin embargo, en general, resulta inevitable dejarse llevar por el gran carisma de sus protagonistas, así como empatitzar con sus vivencias, sentimientos, opiniones y deseos que, probablemente, nos harán reflexionar.