Poder repartido

Júlia

Júlia
11/02/2017

Llegamos a la segunda parte de la Trilogía de la imperfección de Raimon Molins y la compañía de la Atrium. Y lo hacemos con muchas de las características que marcaron Nora: El espacio, el equipo y, sobretodo, el uso de recursos audiovisuales proyectados sobre la pared.

Aunque a ratos sigue el caos provocado por las múltiples acciones –escénicas y audiovisuales- simultaneas, cabe decir que en esta ocasión el uso de la cámara está más limitado. La grabación in situ queda complementada por imágenes de la película de 1951 dirigida por el sueco Alf Sjöberg. Y la combinación cine-teatro crea imágenes muy potentes: La niña que mira por la ventana para convertirse en la actual Júlia de Patrícia Mendoza. El abrazo de la protagonista a la proyección del pájaro. La señorita sueca desapareciendo en el jardín con el cuchillo en la mano. Momentos, fotogramas teatrales de gran intensidad.

Lee la crítica completa aquí: http://www.masteatro.com/critica-de-julia-trilogia-imperfeccio/

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