Esta es la segunda vez que la compañía Strómboli, dirigida por Sergi Gómez y con la autoría de Iván F. Mula, se atreve con la fórmula del teatro participativo. Este tipo de teatro -más ligado al teatro infantil, al de calle o al que se basa en las improvisaciones- era conocido dentro de los circuitos más tradicionales para la obra Por los pelos, donde los espectadores elegían quién era el asesino. Strómboli, sin embargo, va un paso más allá y fundamenta sus obras en el modelo de literatura juvenil Elige tu aventura. Estos libros invitaban al lector a elegir, en varios puntos de la trama, un camino u otro, y en función de ello la historia se desarrollaba de maneras diferentes. En la versión teatral el público, que normalmente repite, puede llegar a seguir hasta cuatro líneas argumentales diferentes e, incluso, ocho finales …
Se nota que Strómboli ya le tiene el punto cogido a esta fórmula. Los actores -todos muy solventes y curtidos en mil batallas como ésta- se mueven con comodidad y desenvoltura, sin demostrar la incertidumbre de hacia dónde girará el argumento, que por otra parte se mueve por los cánones de la comedia clásica. En este sentido, Iván F. Mula demuestra dominar los recursos y nos ofrece una trama de enredos en torno a una accidentada boda. Los personajes parten de ciertos tópicos, pero acaban completándose y desarrollándose a medida que la trama se construye… de la mano de los espectadores.
En resumen, un buen entretenimiento que nos demuestra la eficacia de una nueva fórmula, justo en un momento en que el teatro de nuestro país no para de reinventarse, ávido de un público al que le cuesta ir a los teatros… Pero vaya, esa ya es otra historia para la que harían falta muchas lineas más.