Tot esperant Godot es una adaptación musical de la obra original de Samuel Beckett con dramaturgia y versión de Marc Angelet, dirección de Albert Gràcia y representada por miembros de la Companyia Pot Teatre. La música en directo y las canciones las debemos a Keco Pujol.
Todo el montaje es de Femarec. Es una Sociedad Cooperativa catalana con 27 años de historia y que tiene como finalidad la formación e inserción laboral de colectivos vulnerables y niños o adolescentes con discapacidades diversas
Pot Teatre ha sido pionera en la creación de un teatro inclusivo con acceso a los circuitos profesionales. Y lo están consiguiendo. Ha optado en esta ocasión por una propuesta atrevida ya que es difícil en su versión original. Forma parte de la corriente del teatro del absurdo ligado al movimiento existencialista de los años 60. Y digo atrevida porque los diálogos son difíciles de seguir, la repetición de conceptos y frases convierte el texto en un diálogo absurdo que es un reto para actores/actrices profesionales.
Jo asistí al Godot de Lluís Pasqual en el año 99. Anna Lizaran era Vladimir y Eduard Fernández era Estragó. Los dos vagabundos se encuentran con Pozzo (Francesc Orella) y su esclavo Lucky (Marc Martínez) en esta espera de Godot donde se manifiesta que lo único que importa es el paso del tiempo utilizando unos diálogos monótonos, breves, absurdos y reiterativos.
En la propuesta de Pot teatre hay elementos diferenciadores del Beckett original. La música ha suavizado un texto que ha sido adaptado y recortado sin perder ni un ápice su sentido. Estragó ha sido desdoblado en Estra (Albert Fèrriz) y Go (Fernando Montero). Vladimir es Anna Ma Martínez. Aparecen el amo Pozzo (Marga Padrós) y el esclavo Lucky (Ariadna Rallo). Ariadna Rallo es también el mensajero (esta vez montada en un caballo sin las alas con las que simbólicamente aparece en la versión de Pasqual).
Los cinco actores/actrices consiguen un Godot simpático, divertido y muy ameno. Me atrevería a recomendarlo como teatro familiar ya que los niños son capaces de entender la absurdidad y la repetición de palabras, temas y situaciones. La repetición es la base del juego y del aprendizaje y, aunque no era la finalidad de Samuel Beckett, Pot Teatre ha escogido y adaptado una obra que puede ir dirigida a todos los públicos.