Tengo que empezar diciendo que a mí me gusta la magia. Para ver un espectáculo de magia debes dejarte llevar, tienes que permitir que te sorprenda, que te emocione, debes dejar que la ilusión te impregne y te transporte. A la gente que dice que no le gusta la magia es porque buscan qué secreto se esconde detrás de los fenómenos paranormales. Están pendientes de los mínimos detalles para encontrar la respuesta y el ilusionismo sólo tiene un secreto: sorprenderte y convertirte en el niño que acepta lo que le dicen, sencillamente porque es así. Es volver a creer en el Tió y los Reyes. Es pura ilusión.
Jesús Julve “Hausson” empezó su trayectoria como mago a los nueve años con una caja de magia que le regalaron sus padres. Desde entonces ha ido creciendo en el mundo escénico, ha trabajado para reafirmar el mundo de la magia dentro de otras disciplinas teatrales. En este sentido creó una relación de complicidad teatral con Joan Brossa mezclando la poesía, el teatro y la magia.
Este año ha ganado el Premio Nacional de Cultura otorgado por el Consell Nacional de la Cultura i de les Arts (CoNCA). Es el único ilusionista que ha recibido este premio. Para celebrar los 40 años de trayectoria mágica presenta este espectáculo: TOP MAGIC.
Es un resumen de sus 10 mejores números acumulados a lo largo de su vida profesional. Los va presentando ayudado de proyecciones (Marc Lleixà) y de atrás adelante hasta que nos presenta el número 1 de los Top Ten.
Es un espectáculo de pequeño formato en el que la proximidad es el mayor encanto. Hausson no únicamente invita al público al escenario y los hace participar en sus números sino que se mezcla entre ellos haciendo que formen parte de esta ilusión. En un espacio pequeño se podían oír los comentarios del público: “no me lo puedo creer”, “magnífico”, “imposible” y risas nerviosas de sorpresa y consternación.
El ayudante, Carles Arquimbau es un actor veterano muy diferente a los ayudantes habituales en el mundo de la magia. Sonriente, irónico y con miradas de complicidad con el público, ayudaba al mago haciendo caras de incredulidad, El diseño de luces de Albert Julve no enmascara la magia sino que le da todavía más misterio y fascinación.
En resumen, es un espectáculo para mayores y pequeños. No os lo perdáis estas Navidades. Llevad a vuestros hijos o nietos. Pasaréis una tarde maravillosa.