The Genesis es el nombre del primer montaje del Copenhagen Collective, un grupo de 20 acróbatas de 15 países diferentes coordinado por Søren Flor, que los reunió hace 6 meses consiguiendo un espectacular montaje que no dudo que va a recorrer todos los teatros del mundo.
No sabíamos exactamente qué íbamos a ver y me he quedado sorprendida y perpleja al ver un escenario vacío con todos los artistas trabajando en diferentes figuras, individuales, en pareja o colectivas consiguiendo brillantes números acrobáticos de tanta dificultad que desafiando todas las leyes físicas, mantienen al público en un vilo constante.
En algún momento, todos los artistas están trabajando simultáneamente en diferentes figuras con movimientos espectaculares que no podemos ver en detalle y nos parece que nos estamos perdiendo algo especial.
El espectáculo es muy sorprendente. Las acrobacias no van acompañadas de luces de colores, ni trajes vistosos, ni ningún elemento de ayuda, con poca música sólo para algunos momentos especiales.
Es el cuerpo de los acróbatas que nos deslumbra por su virtuosismo figurativo y porque son capaces de conseguir un lenguaje corporal de gran expresividad. Hay momentos de acercamientos, rechazos y momentos de gran ternura. Es el lenguaje de la humanidad, de las relaciones personales, de las relaciones de grupos en las que aparece un líder o un combate o una unión que fortalece al grupo.
En fin, es una maravilla que no se puede perder. Sólo están una semana.