Ya lo dicen en la APM ?: «un fenomeno: Lluís Homar!». El actorazo demuestra el respeto incondicional que tiene por el texto de Àngel Guimerà y el conocimiento del mismo. Él solo llena un espacio austero y sencillo, pero que evoluciona tal como lo hace la historia y el blanco inmaculado del inicio va dando paso al caos provocado por el lobo que es el hombre. Gran adaptación del texto a cuatro voces para un solo actor, un experimento arriesgado y bien resuelto que acaban de empaquetar una gran puesta en escena, la magnífica voz de Silvia Pérez Cruz (me confieso enamorado de esta voz) y la fuerza del propio Homar, que demuestra una vez más estar en plena forma en el escenario.
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