Es difícil traducir en palabras lo que hace la compañía Teatro de los Sentidos. En ‘El hilo de Ariadna’ quien habla es el cuerpo. Los cinco sentidos quedan expuestos a sensaciones que probablemente no hayas vivido antes.
En el contexto del mito griego, los espectadores –o los llamados “viajeros”– se transforman en Teseo y se adentran en el laberinto con el objetivo de encontrar el Minotauro y derrotarlo. En la leyenda, la ayuda la proporciona el hilo de Ariadna, en la obra será el redescubrimiento de los sentidos la fuente de conocimiento que te guie hasta el final. Cuando la oscuridad te desnuda el cuerpo, hueles, palpas y percibes como si fuera la primera vez.
Antes de entrar se recomienda abrir la mente y dejarse llevar por la experiencia. Aunque el camino se recorre a solas y a oscuras siempre tendrás unas manos amables que te ayudaran cuando creas que te has perdido. Durante aproximadamente una hora tropezaras con 15 sorprendentes montajes, parecidos al país de las maravillas, donde cada uno es el protagonista de su propia historia. A pesar de todo, es complicado encontrar referencias anteriores a las que comparar esta propuesta.
No desvelaré ninguna de las vivencias que ocurren dentro del laberinto porque para descubrir qué misterio se esconde detrás de ‘El hilo de Ariadna’ se ha de vivir en primera persona.
Esta función, dirigida por el colombiano Enrique Vargas, sigue triunfando después de 25 años de su estreno gracias a las emociones que brotan durante el viaje.