Veinte pequeñas historias forman Delicadas, el collage costumbrista, histórico y poético que T de Teatre ha recuperado para celebrar sus treinta años en los escenarios. Ágata Roca, Mamen Duch, Carme Pla y Marta Pérez, se acompañan de sus dos hombres de confianza, Jordi Rico y Albert Ribalta, para dar vida a un carrusel de personajes surgidos de los recuerdos de infancia del autor, Alfredo Sanzol, criado entre mujeres de la posguerra. Aparecen lavanderas beatas que preparan, bajo un crucifijo desafiante, el macuto de milicianos republicanos; una artista que intenta vender un bodegón figurativo; mujeres que despiden al pequeño de la casa, que marcha a la guerra acojonado; o pequeños burgueses que deben ocultar su ideología para no perder el patrimonio y la vida …
Pequeños dramas que hacen reír, de una sociedad fundamentada en el miedo. Una España que debía fingir y guardar las formas para no ser represaliada … y esto es quizá lo que más me resuena de la obra. Hace unos meses que se ha evidenciado como el auge de la ultraderecha fascista (con la complicidad de los partidos de derecha, izquierda y centro moderado), está provocando un aumento de la violencia machista y LGTBI-fóbica. Estos suspiros de la España franquista, tintados de surrealismo y nostalgia a Delicadas, se hacen dolorosamente actuales. Los dos hombres que pasean juntos, pero que no quieren que la gente piense que son «de aquella-manera-ya-mentener [juego de muñeca simulando pluma]» podría ser una pareja de hombres en Barcelona, volviendo a casa de madrugada , cualquier noche tras el asesinato de Samuel Luiz.
Los seis intérpretes demuestran tablas, talento y vis cómica a raudales. El ritmo no decae ni un segundo y regala momentos hilarantes, como la historia de la vecina y el pescadero, o la búsqueda del perro Sol, donde Carme Pla hace estallar de risa a la vez que te clava en el sillón con reflexiones sobre la existencia que dejan de pelagatos cualquier coach motivacional de estos que escribe libros sobre cómo ser feliz en Alaska. Aunque rico recordándolo.
Cabe mencionar también a Alejandro Andújar, que firma una preciosa escenografía de cielo azul nublado, empedrado y rosal que bien podría ser de un Godot, y que potencia la plasticidad y atemporalidad de un montaje que convierte las historias en cuadros en movimiento.
30 años y adelante
El espectáculo se inicia con un vídeo de homenaje a la historia de la compañía, donde aparecen fragmentos de todos sus montajes teatrales y televisivos. Repasan la primera etapa, donde se hicieron queridas y conocidísimas por el público catalán y donde también actuaba Míriam Iscla. De aquella época son los espectáculos humorísticos Pequeños cuentos misóginos, Criaturas o Hombres !. Después de celebrar el 15 aniversario comenzaron a apostar por textos donde el peso recae más en la historia que el sketch humorístico. Así surgieron las colaboraciones en la autoría y la dirección con artistas como Javier Daulte (¿Cómo puede ser que te quiera tanto, 2007), Alfredo Sanzol (Delicadas, 2010; Aventura !, 2012), Pau Miró (Mujeres como yo, 2014) o Marc Artigau, Cristina Genebat y Julio Manrique (EVA, 2017) o Denise Despeyroux (Canción para volver a casa, 2019). Es maravilloso ver cómo, cuando a artistas con talento se les da espacio, recursos y altavoz para explotarlo, generan una cantidad monumental de cultura, de patrimonio, de imaginario popular y de pequeños momentos felicidad para cientos de miles de personas .