Hemos asistido hoy a un espectáculo cuidado hasta el último detalle lo cual me ha permitido soltarme e introducirme sin ningún esfuerzo en el mundo de sensaciones visuales y acústicas que me ofrecía. Cuando la presentación, la música y la interpretación son impecables te transportan a emociones indescriptibles. Es difícil hablar por separado de todo lo que he visto porque el conjunto es magnífico.
La idea original es de Estefania Porqueras quien también es la directora y autora de las coreografías. La acompañan bailando Clara Martínez y Fabian Schneider.
Es un claqué que proviene del tap americano, con posturas relajadas, tensas o violentas según el tema, y utilizando todo el cuerpo en un movimiento constante creando unos diálogos a dos o tres bandas de una gran expresividad.
Y por detrás, al fondo del escenario, unas imágenes en movimiento como materia líquida o magma volcánico dorado que va cambiando en función de los sentimientos o emociones que se van creando en escena.
La Composición Musical es de Guilliam Sons y la misma directora Estefanía Porqueras. Es una música electrónica que con el ritmo constante del claqué se convierte en una melodía sugerente. El solo de música con instrumento de viento de Guilliam Sons ha merecido unos aplausos muy especiales. El solo de Porqueras expresando soledad y aislamiento también ha sido un momento mágico.
Es una combinación perfecta de sonido, tap dance con tres magníficos bailarines, música electrónica y textos de escritores famosos.
Yo no me lo perdería.