Si tuviéramos que incluir esta obra en algún género seguro que sería el de comedia, pero concretamente el de comedia negra, negrísima, y también con un toque de absurdo y locura. Tenemos un cadáver en escena desde el minuto uno, y pronto se verán involucrados en el crimen todos los personajes de la pieza. Aún así, no es un thriller convencional porque el tipo de humor y de teatro que nos ofrece la compañía La Peleona acaba siendo protagonista. En este sentido, destaca el ritmo frenético en el que suceden los acontecimientos, la precisión meticulosa en que los personajes accionan en escena y también el espacio sonoro, que acaba siendo un personaje más, seguramente el más importante. La dirección de Carla Torres -autora también de la pieza- y Carles Mallol es muy acertada y precisa, y los actores -del primero al último- resultan divertidos, esperpénticos en ocasiones, y sobre todo muy competentes. El único inconveniente es que hay un momento en que la obra escapa solitaria, enloquecida, hacia un desenlace realmente inverosímil… y deja un final apresurado o no del todo satisfactorio. Por último, atención a las «bofetadas» del título…. Cuando veáis la obra seguro que lo entenderéis.
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