La obra shakespeariana es tan inmensa, como ya hemos dicho otras veces, que sirve como fuente inagotable de todo tipo de propuestas de diferentes formatos, tonos y puntos de vista dónde, casi siempre, se llega a algún lugar nuevo o revelador. #sobrejulieta es un monólogo cercano y natural que parte de Romeo y Julieta para explorar varias facetas del amor y el deseo femenino. Carlota Gaviño protagoniza, en solitario, un verdadero tour de fuerce donde, sobre todo, destaca su simpatía y carisma interpretativo. Notablemente bien dirigida por Iñigo Rodríguez-Caro, la actriz sabe conectar con el público y hacerlo cómplice de la narración, consiguiendo en esta interacción los momentos más interesantes del espectáculo. La dramaturgia opta por una fragmentación deliberada de la historia, inteligente y posmoderna, donde parece, no obstante, que interesa más transmitir una serie de ideas que no las emociones de su contexto. Esta frialdad formal decanta la balanza hacia el simbolismo, en muchos casos hábil y sugerente, pero se echa de menos una cierta implicación sentimental respeto al material. Que nos haga llorar, nos ponga los pelos de punta o nos hiele la sangre. Quizás no es esta la intención pero, al fin y al cabo, se trata de una tragedia y, por lo tanto, habría que haber puesto más las entrañas en la maquinaria para resultar un montaje del todo redondo.
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