La pureza del teatro argentino

Silvia

Silvia
09/07/2023 - Sala FlyHard

El teatro argentino más puro -el que conocimos hace años de la mano de Javier Daulte, Rafael Spregelburd, Claudio Tolcachir y tantos otros- ya forma parte de nuestro patrimonio. Muchos formamos nuestro gusto teatral y crecimos como espectadores viendo espectáculos, aparentemente sencillos y cargados de verdad, que venían directamente de Buenos Aires. Nelson Valente fue uno de los últimos en llegar, pero algunos de sus estrenos también nos convencieron completamente.

¿Y cuál es el secreto del teatro argentino? Podríamos decir muchas cosas, pero algunos de los ingredientes fundamentales son la cotidianidad, la verdad escénica y la improvisación en los ensayos. De hecho, muchos textos se crean directamente con los actores, en la sala de ensayo, a base de ejercicios y pruebas que hacen crecer la trama con pequeños detalles. Y todo esto, con una manera de hacer nada impostada, sino absolutamente creíble y entregada. Una forma de trabajar que se ha querido imitar a veces desde aquí, pero no siempre con los resultados deseados… sobre todo porque se trata de escuelas y metodologías muy diferentes. Es por eso que este experimento de la trilogía –entre actores y directores de los dos países- anima, y a la vez hace aflorar cierta desconfianza.

De momento, la aportación argentina nos ha aportado todo lo que esperábamos: teatro argentino en estado puro. Tenemos una situación cotidiana, unos personajes que reconocemos, un humor directo y socarrón que de golpe se transforma en drama, unos actores excelentes que emocionan solo con una mirada… Y también tenemos gritos, y llantos, y portazos… y una sensación de que todo está pasando ante nuestros ojos, de que la historia está viva y transmuta según el día o el momento. Y esta es la magia, o el secreto: el hecho de hacernos creer que estamos espiando por un agujerito y que aquel momento, único e irrepetible, se ha creado allí mismo… y solo para nosotros. Teatro básico, en el mejor sentido de la palabra.

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