Reir de reir

Rhümia

Rhümia
27/11/2019

 

Rhümia o cómo he podido ir por el mundo diciendo, con una pose de soberbia, que no me gustan los payasos.

No tengo referentes así que no puedo comparar con otras propuestas … pero sí con lo que recibo como espectador. He reído y mucho (que me cuesta), me he sumado al juego que nos proponen (con lo que me molesta no ser espectador estático) y me lo he pasado pipa. Números geniales y gamberros como los bomberos o delirantes como la folclórica, poéticos como la melodía interpretada con serrucho, de éxtasis como el gospel participativo (Holaluya!), la complicidad de ver a la legua que la broma estallará en las narices del bromista, juegos de palabras y reír sin parar.

Leo que Rhum era más completo. No lo sé (cachis!). Sí sé que he descubierto un lenguaje que obviaba y que he disfrutado muchísimo de la ternura, locura, poesía, gamberrismo, provocación, humor, interpretaciones, recursos, entrega … Vestuario precioso, colorido que no estridente, un poco desgastado, como estos payasos que uno diría que están rememorando tiempos pasados ​​en una carpa abigarrada de utensilios que parecen amontonados pero que acaban teniendo su objetivo gracias a la imaginación que tienen los payasos y hemos perdido. Jordi Martínez, Joan Arqué, Roger Julià, Pep Pascual y Mauro Paganini, crean personajes entrañables, cada uno dotado de personalidad propia.

Lo mejor: conseguir un ambiente cercano, de conexión inmediata, de participación del público sin recurrir a aquello tan manido de que alguien del público pase a ser el objeto de las risas.

En RESUMEN: Gracias por regalarnos alegría y, sobre todo, hacernos salir con ganas de hacer reír a alguien.

 

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