La autora de esta obra, Jessica Goldberg, nacida en EEUU, estudió arte dramático en Nueva York y escribió Refuge que fue reconocida en el año 2000 con el Susan Smith Blackburn Prize. No ha dejado de representarse por todas partes. En Catalunya se puso en escena en la Sala Beckett en 2005. La dirigió Oriol Broggi e interpretada por Rafa Cruz, Pau Miró, Clara Segura y Mar Ulldemolins. Fue traducida por Carlota Subirós y suponemos que será la misma versión que se puede ver ahora en la Biblioteca de Catalunya dirigida por Mònica Molins e interpretada por nuevos actores y actrices.
Tres hermanos, Amy, Nat y Becca viven juntos en una especie de equilibrio familiar inestable desde que sus padres se marcharon de vacaciones y no han sabido nada más excepto una postal convencional que recibieron al poco tiempo de haber llegado a Florida. El cuarto personaje es Sam, solitario, desamparado, que busca un refugio físico y emocional. Los cuatro están desvalidos, aislados cada uno en su mundo pero necesitan a los otros tres.
Es una obra que habla de la familia y de la imposibilidad de romper unos lazos pero también de situaciones que atrapan, de las que no puedes salir. La familia es una comunidad protectora, pero también puede ser un elemento inhibidor e incluso patológico. El texto rueda y circula sin avanzar. Los personajes están atascados en una situación insostenible pero ninguno de ellos puede modificarla. Todos sueñan con salir y alejarse de la triste realidad que les rodea.
Los diálogos repetitivos, los monólogos que se superponen con los monólogos de los demás crean una tensión insoportable. Son individualidades que no hacen comunidad, que desean comunicarse pero no pueden.
En este refugio conviven Lua Amat, Joan Esteve, Daniel Mallorquín y Laura Roig, magníficos intérpretes que han sabido crear y mantener los cuatro un clima angustioso que va creciendo y se mantiene durante toda la obra.