A veces se empiezan viajes con un sueño concreto, un objetivo a conseguir por el cual, en principio, se está dispuesto/a a todo. Pero muchas veces este sacrificio no hace que se llegue a donde se esperaba y la desilusión hace que se replantee que es realmente aquello que se quiere. Siempre pasa algo que funciona como catalizador de una decisión que cambiará el rumbo de la historia, en ocasiones este hecho es excepcional.
Quan la vaig conèixer es un texto de Jonathan Tolins adaptado e interpretado por Daniel Anglès que explica como un actor viaje hasta Los Ángeles para hacer realidad su objetivo como joven enamorado del idealismo de hacer una carrera como intérprete y llegar a la cima. En este camino, y mientras no llega a triunfar como esperaba y es despedido de un trabajo que no es ideal, pero paga las facturas, le llega la propuesta de interpretar a un comerciante de unas galerías. Lo que él no espera es que su jefa sea Barbra Streisand.
Aunque es ficción, escuchar el monólogo de boca de Anglès es trasladarse a una historia que podría ser bien real. Su naturalidad cuando narra las aventuras y las conversaciones que tuvo con Streisand transporta a la espectadora a un mundo de envidia, donde esta hubiera querido compartir escena con ellos. La proximidad y la intimidad con la cual se relata la anécdota establece una relación cómplice entre el intérprete y el público.
Jumon Erra marca las pautas adecuadas con la dirección para estructurar el texto y la puesta en escena de manera atractiva e interesante, para crear un espacio en que hay una conversación entre amigas de un momento que provocó una catarsis.
Y es que, ¿quién no querría saber algunas intimidades de los artistas más importantes del mundo? Un espacio seguro y pequeño que se va regando de las notas de The way that we were que solo con la primera frase “Los recuerdos iluminan los rincones de mi mente…” ya nos dice que este momento compartido de teatro será una ilusión perfecta.