Una obra como las de antes

Prendre partit

Prendre partit
16/12/2014

Una de las cosas que se puede destacar de Josep Maria Pou, aparte de ser un gran actor, es que ya hace años que se dedica a dirigir aquellas obras que le vienen en gana… sin la preocupación de lo que está de moda o lo que pide un público más genérico. El suyo es un teatro eminentemente de texto -escenificado de forma clásica o, incluso, académica- que trata temas relacionados con los valores humanos, o la falta de ellos. Prendre partit encaja como un guante en esta clasificación, ya que nos habla de cómo la política -y también el ego o la vanidad- puede llegar a condicionar cualquier forma de manifestación artística, y por defecto, a las personas que las llevan a cabo.

La obra se centra en la figura del director Wilhem Furtwängler, que tras la II Guerra Mundial fue acusado de colaboracionismo con el régimen nazi. Nada se pudo demostrar, pero su nombre quedó manchado para siempre… La angustia del personaje central, así como la figura del comandante americano que lo investiga, quedan muy bien retratadas y son defendidas con convicción por Josep Maria Pou y Andrés Herrera, respectivamente. También destaca en un rol secundario el actor Pepo Blasco, que tiene algunas de las mejores escenas de la obra. En definitiva, un espectáculo recomendable para todos aquellos que no busquen las últimas tendencias y se conformen con una obra como las de antes, representada con total corrección y algún pequeño toque de genitalidad.

Para terminar, y como curiosidad, recordar que en 1996 Ferran Madico ya dirigió la pieza en la Sala Villarroel, con Andreu Benito y José Lifante en los papeles protagonistas. En el reparto también aparecían Xicu Masó, Cristina Cervià, Luisa Mallol y Pedro Anglas.

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