Y con esto no quiero decir que la obra esté bien, que sí que lo está, me refiero a la frase que desencadenó un enfriamiento entre los dos amigos de toda la vida. La pequeña frase dicha en un tono… suspensivo, como sí… Y así con esta barbaridad —que no lo es tanto porque van saliendo cosas y cosas— Nathalie Sarraute, la autora, hace una disección de los dos personajes con un juego dialéctico brillante sobre dos maneras de vivir. Ramon Simó se ha encargado de una dirección muy cuidadosa y el dúo Lluís Soler y Xavier Boada han ido sacando lo que tenían encallado al estómago con unas muy buenas interpretaciones. Escenografía muy adecuada por sencilla: aquí lo importante de las palabras.
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