Está (muy) bien, esto

Per un sí o per un no

Per un sí o per un no
08/03/2020

Iba con mezcla de interés y reticencia a esta nueva adaptación del texto de Nathalie Sarraute. Una larga relación de amistad entre dos mujeres se ha visto tocada ¿de muerte? por cómo se pronunciaron tres palabras. Una ¿ligera? condescendencia, quizá no buscada, recibida como ofensa, provoca que amigas de toda la vida se hayan alejado sin hablarlo explícitamente. Asistimos a la charla que mantienen para aclarar las cosas. Lo importante no es aquella frase, un detonante, sino lo que había detrás, lo que rodeaba aquel comentario, aquella felicidad que no es plena si alguien no nos observa – y nos envidia? -, la manipulación, relaciones desiguales entre amigas. ..

El miedo era por el único referente que tenía, la versión del 2016. Me aburrí entonces muchísimo, risas buscadas y fuera de lugar, participación absurda del público, ritmo discontinuo …

El interés me lo despertaban el texto (las reflexiones sobre qué esconde o insinúa una pausa, la importancia de cómo se dicen las cosas …) y la dirección de Elena Fortuny, actriz (aquel añorado Un disgust danès… ) que debutó, diría, como directora con una propuesta nada fácil como Los niños oscuros de Morelia.

Pues vaya si valía la pena ir. Elena Fortuny ha dado una vuelta al texto. Bueno, dos como mínimo. En 2016 acababa mi opinión diciendo que esta conversación difícilmente la mantendrían dos hombres. Esta hipnótica discusión sobre matices, entonaciones, puntos suspensivos y su significado … la veía más creíble con, al menos, la participación de una mujer. La propuesta actual ha hecho que sean dos amigas las distanciadas. Además, la dirección ha aportado una puesta en escena simbólica y práctica a la vez. Jugando a crítico, que lo odio, diría que transmite lo difícil que es tomar partido de forma objetiva. La colocación de las actrices, espléndidas, en los extremos del escenario o que se sienten entre nosotros, hace que no nos resuenen igual sus argumentos, sentimientos, reflexiones. Involuntariamente, nos sentimos más cerca de una de ellas. Será que no es tan fácil decidir entre «un sí o un no».

 

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