Per sobre de totes les coses, la adaptación catalana del musical del Off Broadway Bare a Pop Opera, se estrenó el pasado miércoles en el Teatro Gaudí de Barcelona. Un musical en un formato muy diferente al que estamos acostumbrados a ver. Nunca has visto a veinte actores y cinco músicos viviendo una historia de esta intensidad con las posibilidades que da la Sala Grande del Gaudí, pudiendo sentir la respiración de un actor a medio metro de ti.
Una historia difícil, situada en los años noventa pero que tristemente todavía tiene mucha vigencia, una música fantástica interpretada en directo que recuerda los míticos Rent o Spring Awakening y mucho talento concentrado en pocos metros cuadrados. Dirigido por Daniel Anglès, consigue hacer un trabajo muy estético pero sin perder ni una milésima de la emoción del texto que llega hasta el interior de cada espectador. La coreografía coge también una dimensión nunca vista en otras producciones de este mismo espectáculo, de la mano de Oscar Reyes se hace un precioso recorrido por Romeo y Julieta que los alumnos del Saint Thomas representan por su final de curso o la esperpéntica aparición de la Virgen María al ritmo de Vogue de Madonna con sus peculiares angelitos.
Marco Flynn, impulsor y alma de esta producción emociona con su voz dentro de una compañía muy joven que lleva tantos conflictos, como el que nos muestra el Iskra Bocanegra con la sarcástica Nadia o el drama que vive el Ivy que nos interpreta Anna Herebia haciéndose una mujer cuando aún no ha salido del instituto. La producción cuenta también con tres veteranos del musical en nuestro país que interpretan los personajes adultos de la obra. Nadie se puede perder a Ester Bartomeu de nuevo a un escenario interpretando el conflicto interno de la madre de Peter, la increíble voz de la divertidísima Lucy Lummis y la solemnidad de la voz del cura interpretado por Eduard Doncos. Pocas veces podemos ver en Barcelona un musical de estas características, sólo hasta el 31 de agosto en el Teatro Gaudí.