«Pienso en Yu» surge tras que su autora Carole Fréchette, leyera una mañana en el diario, la noticia de la liberación de Yu Dongyu, tras 17 años de encarcelamiento, por haber lanzado pintura sobre una imagen de Mao.
Lo que comenzó el año pasado como una lectura dramatizada en el teatro Romea (organizada por la AADPC, la Fundación AISGE y La Fundación Romea), ahora se puede ver representada en la Sala Beckett.
Madeleine (Fina Rius) es una activista en crisis que se obsesiona con una noticia que ha leído en el periódico, Yu Dongyue (chino: 喻东岳; Hanyu Pinyin: Yù Dongyue) ha salido en libertad tras ser encarcelado durante casi 17 años en la China, por lanzar huevos llenos de pintura en el gran retrato de Mao Zedong en la Puerta de Tiananmen (Pekín) durante las protestas de la plaza de Tiananmen de 1989. Ella, ex activista y ex-militante no puede dejar de pensar en este hecho y obsesiona al querer entender el significado de ese gesto trágico cometido por Yu, dejando de lado incluso su trabajo como traductora. Junto con ella aparecen dos personajes más: Lin (Mar Ulldemolins) una joven china inmigrante al que Madeleine da clases de francés, y Jérémie (Pep Ferrer) un vecino que vive un drama personal. La obsesión de Madeleine de Yu conduce a cada uno de los personajes a reflexionar sobre su conocimiento personal y su propia relación con el mundo, sus esperanzas e ilusiones perdidas. Surgirán temas como la libertad, la rebeldía, la soledad, la mentira, las frustraciones, el afecto.
La verdad es que no sé quí me ha pasado, muchos compañeros de teatro me la recomendaron muchísimo, pero desgraciadamente, ni me ha llegado lo que la autora nos quería decir, ni la he entendido.
Esperé y esperé a ver a dónde nos llevaba toda aquella obsesión de Madeleine con Yu, y qué tenía que ver con los otros dos personajes, pero nada de nada. Para mí ha sido una obra lenta, de difícil comprensión, con algunas escenas cortas que no me han acabado de convencer y unas interpretaciones desiguales y poco creíbles.
VALORACIÓN: ** ½