Desolación y destrucción

Woyzeck

Woyzeck
31/01/2019

Georg Büchner nació a principios del siglo XIX. El Romanticismo ya iba sacando la nariz por el horizonte. Las ideas utópicas comunistas de Büchner se reflejan en este texto en el que se aprecia un sentimiento de conmiseración por las clases populares reducidas a la desolación. Büchner murió muy joven y dejó esta obra inacabada. Por este motivo las adaptaciones y puestas en escena has sido más libres y muchas veces enriquecedoras como ha pasado con este Woyzeck de Marc Rosich el cual ha reducido la escenografía al máximo minimalismo y sobriedad por lo que la presencia y actuación de los actores/actrices adquieren un papel predominante. No es nada extraño que hayan aparecido muchas adaptaciones desde ópera (Wozzeck de Alban Berg), hasta musicales, cine o teatro de marionetas.

La compañía Parking Shakespeare se creó en 2009 bajo la idea anglosajona de acercar la cultura al público. Por esto se representaban las obras de Shalespeare en verano en los espacios públicos sin equipos de sonido o acústicos. Empezaron los veranos y se hizo extensivo a los inviernos y, más tarde, a otros autores. Las actuaciones son gratuitas y utilizan para sobrevivir el sistema de taquilla inversa. Este año celebran los 10 años de trabajo ininterrumpido con este Woyzeck que se estrenó en 2013 y que tuvo un éxito abrumador.

No comentaré nada del argumento porque es de sobra conocido pero si puedo decir que es un nuevo Woyzeck, cargado de pasión y fuerza dramática con muy pocos elementos y esto lo consiguen Marc Rosich y los actores/actrices. Especialmente remarcables son las actuaciones de Carles Gilabert en el papel de Woyzeck y de Ariadna Matas como Käthe por las dificultades que entrañan los papeles de personajes con desequilibrios emocionales despreciados por la cruel sociedad que los rodea. La impotencia y la autodestrucción están fielmente representadas.

La distribución alargada de la sala y la presentación sin amplificación hace que los actores/actrices se vean obligados a alzar mucho la voz para que puedan ser oídos en la otra punta de la sala y, si bien añade dramatismo a la escena, resta atención de los espectadores que están más cercanos. Por fortuna, con el reparto de cervezas artesanas, el público participa de la fiesta premonitoria del drama.

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