Redescubriendo a Marlowe

Eduard II

Eduard II
20/12/2014

Hay quien dice que Christopher Marlowe no murió en una pelea de borrachos a la edad de 29 años, sino que fingió su muerte para evitar represalias y siguió escribiendo bajo el nombre de… William Shakespeare. Evidentemente, es una leyenda que surge de la poca información que hay de la mayoría de autores isabelinos, y es difícil de sostener si se observan las diferencias sustanciales entre las obras de ambos. Viendo Eduard II es inevitable comparar el estilo de los dos dramaturgos, pero si te olvidas del referente, te puedes encontrar con una gran obra: grande en ambición y grande en resultados. Quizás se pierde en acontecimientos históricos o tramas políticas y se olvida de la parte emocional, pero debemos entender que el autor quería hacer un retrato de las corruptelas de su época y no una zambullida en los comportamientos que mueven a los traidores o a sus víctimas… aspecto por lo que seguramente Shakespeare sí se habría interesado.

El montaje de la compañía Parking Shakespeare contextualiza la historia en el patio de un colegio, y lo cierto es que esta idea -con canciones infantiles incluidas- es quizá la más acertada, junto con los falsos comunicados de prensa que se van dando todo el tiempo y que son una de las interesantes aportaciones de Marc Rosich como adaptador. Por otra parte, la interpretación y la dirección tal vez se quedan un poco planas, aunque enfrentarse al teatro de la época isabelina no es una empresa fácil. Recomendable, sobre todo, para los que quieran reencontrarse con Marlowe o para los que no hayan podido escuchar nunca sus palabras en un escenario. De hecho, según dicen los programadores Eduard II no se había representado nunca en Cataluña…

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