Ahora hace más de 20 años, Paraules encadenades convenció a casi todo el mundo y consiguió un éxito sonado, de aquellos que todavía se recuerdan. Nos sorprendió por su guion enrevesado y juguetón -muy de moda en el cine de los noventa-, por su puesta en escena brutal y por la descarnada composición de los dos actores, que en aquella época estaban en un momento profesional muy dulce. No habíamos visto una cosa así en un escenario y aquello convirtió la obra de Galceran en una especie de clásico inmediato. Ahora, con el paso del tiempo, todo ha perdido efectividad. El público se ha acostumbrado a artefactos de todo tipo y a guiones más elaborados. Todavía conserva gran parte de su suspense y contiene algunos diálogos brillantes, pero hay giros que sobran y trampas que -vistas con el tiempo- resultan chocantes.
Belbel ha sabido extraer dinamismo y efectividad formal a la propuesta (el espacio escénico y la iluminación son brillantes), pero quizás la dirección de actores se ha resentido un poco. David Bagés se muestra seguro y contenido en toda la primera parte, pero hacia el final hay algún histrionismo que no encaja. Mima Riera, por su parte, quizás sufre el proceso inverso… a pesar de que a veces no resulta del todo creíble en un personaje tan poliédrico y contradictorio cómo es el suyo. Sea como sea, el montaje merecía una revisión y esta oportunidad bien ha valido la pena. No estaría de más que dentro de unos años volviera a los escenarios, pero con una revisión del mismo autor… Creo que le hace falta.
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Belbel ha sabido extraer dinamismo y efectividad formal a la propuesta (el espacio escénico y la iluminación son brillantes), pero quizás la dirección de actores se ha resentido un poco. David Bagés se muestra seguro y contenido en toda la primera parte, pero hacia el final hay algún histrionisme que no encaja. Mima Riera, por su parte, quizás sufre el proceso inverso… a pesar de que a veces no resulta del todo creíble en un personaje tan poliédrico y contradictorio cómo es el suyo. Sea como fuere, el montaje merecía una revisión y esta oportunidad bien ha valido la pena. No estaría de más que dentro de unos años volviera a los escenarios, pero con una revisión del mismo autor… Creo que le hace falta.