Radiografía de la masculinidad

Verónica Pallini, directora de la escuela de cine y teatro L’Autèntica, lleva a escena esta creación de teatro documental en la sede misma del barrio de Gràcia. La escuela, pequeña y valiente, lleva ya 14 años de una historia que se da a conocer como Porta4, y que ha formado un gran número de amantes del teatro y, con el tiempo, profesionales de las artes escénicas.
No entiendo a los hombres parte de una investigación antropológica que la directora llevó a cabo durante año, a partir de la base de una beca de creación, y se centra en la percepción que los hombres tienen de sí mismos. De hecho, algunos textos que surgen de esta investigación se proyectan durante la representación y son la base del guión.
Seis actores dan vida a seis personajes de orígenes, hábitos y caracteres muy diversos. Sus historias se relacionan y dan forma a una percepción de la masculinidad particular. Sus vivencias y experiencias, sus sueños y deseos se ponen sobre la mesa, y ponen en evidencia debilidades y miserias.
Destaca la apuesta audiovisual como lenguaje complementario a la interacción de los actores. La música, potente y protagonista, la proyección sobre una pantalla que actúa como telón de fondo, e incluso el efecto de sombra china son recursos destacables que contribuyen a enriquecer la puesta en escena.
El trabajo de los actores muestra la intensidad del trabajo previo con la directora, el esfuerzo por captar e interiorizar la esencia de un rol complejo. Al tratarse de una propuesta de teatro profesional con actores no profesionales, da aún más mérito a su interpretación, y es necesario valorar con justicia el reto que para el elenco supone la propuesta. Los movimientos, los cambios en la escena, el tono de voz, la situación en el espacio y la relación con el público es loable. Sería interesante aportar, quizás, un mayor sentido a la parte conclusiva, en la que la audiencia tiene un rol protagonista.
Se trata, globalmente, de una buena experiencia teatral, especialmente por el rigor y la estructura con el que la dirección construye el guión, pero también para acercar al público a las instalaciones de una escuela teatral que pone en corazón en aquello que hace.