Desmontando teatralmente el concepto de verdad

Misántropo

Misántropo
04/12/2014

A lo largo de este primer trimestre teatral, el Lliure de Montjuïc nos está ofreciendo obras de fuera de casa, las cuales son una auténtica delicia. En esta ocasión, Kamikaze Producciones nos trae un versión libre del Misántropo de Molière, un clásico con un contenido fascinante y reflexivo que bien podría ser un clase magistral de una facultad de psicología o filosofía. De hecho, Miguel del Arco sitúa el texto en la actualidad sin perder su fuerza y reforzando aún más la identificación del espectador en los personajes. En este sentido, la obra es un espejo de la sociedad en la que, desgraciadamente, nos vemos reflejados en muchas de las situaciones mostradas, donde la lucha por la sinceridad del protagonista nos puede parecer a nuestros ojos una utopía o una defensa de unos ideales que sólo harían que desgastarnos improductivamente y que, tristemente, nos harían la vida imposible en las relaciones con el resto de gente.

Por otra parte, la dirección del espectáculo dota de personalidad propia a la obra y le proporciona un ritmo adecuado, marcado por una dirección de actores dinámica y por la utilización de unos elementos sugerentes. Además, tanto la escenografía como el espacio de acción escogido están muy bien encontrados y aportan a la obra una significación muy adecuada en la que le permite jugar a Del Arco con el fuera de campo, muy útil en esta. Así pues, este Misántropo es una gran apuesta y un acierto que satisfará a los conocedores del clásico y que atrapará al nuevo público, como ya lo hizo este mismo director hace pocos meses con Un enemic del poble.

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