Merda d’artista recuerda mucho a los exitosos musicales que durante los noventa llenaron muchos teatros de nuestro país. Eran musicales pequeños, como este, con pocos actores, músicos en directo (también pocos, pero en directo), una escenografía funcional, unas canciones sencillas pero efectivas y, sobre todo, una comicidad a prueba de bomba. ¿Tendrá Merda d’artista la misma suerte? Sinceramente, esto del éxito es una cuestión extraña e imprevisible. Para empezar, Pegados (creada por los mismos autores) fue un éxito inesperado … aunque la pequeñez de la propuesta y la falta de pretensiones jugaron muy a su favor. Aquí la producción ha crecido, la platea también ha aumentado, y encima le han adjudicado un horario imposible, casi de sesión golfa. Creo que se merece tener suerte porque hay un público hecho a medida para este tipo de propuestas … Veremos si éste responde a la llamada.
Antes de terminar, sin embargo, es de justicia destacar el trabajo de todos los intérpretes, en especial de las actrices-cantantes Xènia Reguant, Gemma Martínez y Nanina Rosebud, que nos proporcionan momentos cómicos impagables. Es cierto que hay problemas de sonorización y que algunas voces no encajan del todo bien, pero el musical merece una oportunidad. Como mínimo, os divertiréis…