Esta loca y divertida propuesta de Inda Pereda nos demuestra todo lo que se puede conseguir prescindiendo del texto, dándole todo el poder al cuerpo y a los sonidos.
Lubbert es el primer esbozo de humano que creó Dios, un hombre-boceto. La obra comienza cuando Lubbert descubre su propio cuerpo para después pasar a investigar su entorno, iniciando un viaje a través de diversos espacios y atmósferas creadas con onomatopeyas y sonidos que él mismo articula.
Por mucho que tenga un punto de partida, la obra realmente no cuenta con una trama o hilo conductor al uso. Más bien se trata de una secuencia de gags delirantes donde se presenta una situación para llevarla al extremo y convertirla en algo absurdo, ridículo e incluso grotesco. Un buen ejemplo es el momento de la plancha, donde logra conducir al público a una gran carcajada general.
Se nota una fuerte herencia del teatro gestual de calle, tanto por la forma como por el contenido, además de la frecuente interacción con el público.
Celebro la valentía de la sala al programar este tipo de propuesta tan inusual en Barcelona y animo a todos los amantes del teatro físico a acercarse y disfrutar de la increíble destreza de este actor.