Aunque el texto original no lo es, la versión de 39 escalones que Som-hi Films nos presenta, es una comedia, y eso, tan simple, es lo mejor de esta obra. Un espectáculo, sin más pretensiones, en mi opinión, que hacernos reír y pasar un buen rato. Y eso que parece tan sencillo, no siempre es fácil de conseguir.
Para hacerlo 4 actores polivalentes se convierten en más de 100 personajes, que junto con una milimetrada puesta en escena, convierten el teatro en un apartamento, un tren, una granja y mil lugares más donde transcurre la trepidante trama de espionaje y enredos que nos lleva de Londres a Escocia, y de nuevo a Londres.
Cabe destacar el fantástico trabajo de los actores, que con sencillos elementos de caracterización crean multitud de memorables personajes, y la cuidada escenografía, que como un mecanismo de relojería funciona a la perfección para llevarnos con un ritmo trepidante a la multitud de escenarios donde transcurre la trama.
Una trama que aquí es lo de menos, una excusa para hacernos reír… y que contentos que estamos de poder hacerlo!