El poder de la palabra

Lluís Homar: Cyrano

Lluís Homar: Cyrano
27/01/2018

Cyrano es uno de aquellos personajes mayúsculos del teatro universal. A pesar de que muchos actores quieran interpretarlo, hay pocos que acaben teniendo la calidad y las características que se necesitan para conseguir la excelencia que exige Edmond Rostand. En esta versión de Pau Miró, el actor Lluís Homar hace un tour de force que está totalmente a la altura de sus últimas creaciones, desde Manelic a Ricard III. Su fraseo, la importancia que da a cada palabra y la recreación de cada verso -piezas imprescindibles de un personaje de este tipo- son tan cuidadosas que acaban por impregnarlo todo. No es que el resto del reparto ni la dirección no sean las acertadas, pero en más de un momento pensé que Homar se bastaba para interpretar la pieza él solo, igual que ya hizo en aquel mítico montaje de Terra baixa.

Aquí la dirección de Miró ha optado para simplificarlo todo: sólo cinco actores, un decorado conceptual y un vestuario casi atemporal que fluctúa del blanco al negro. Todo es correctísimo y la ya citada interpretación de Homar puede con todo, pero quizás carece de alguna pincelada poética, algún elemento que atrape emocionalmente al público. La palabra es poderosa, pero cada vez estamos más acostumbrados a un refuerzo visual que aquí está casi ausente. Sí que tenemos, sin embargo, la voz de Sílvia Pérez Cruz, otra colaboradora habitual que realmente aporta en un par de momentos este punto de abstracción y sensibilidad que tanto he agradecido.

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