‘Le/ea/ving, acto 1’ es una buena forma de ponerse en la piel de aquellos que un día se ven forzados a empaquetar las maletas y huir para cambiar su destino, en busca de un futuro incierto, pero convencidos de que será mejor que su presente.
Sigilosamente quedas inmerso en la trama de las tres historias de exilio que se desarrollan en el Teatro La Vilella –antigua fábrica de sifones en el barrio del Poble Sec– y de las callejuelas que lo rodean. Unos escenarios hostiles que, con la oscuridad de la noche, el olor a antiguo i el frio, te trasportan a otra época o ciudad.
Los monólogos no tienen una relación de continuidad entre sí –introducción, nudo y desenlace– sino que están conectados por un mismo objetivo, el deseo de conseguir la liberación. Carles García-Llidó, el actor que encarna a un activista, o más bien a un guerrillero, sueña en cómo tiene que ser el mundo a partir de un hecho que le dejó traumatizado cuando era pequeño. La Kima, protagonizada por Alba Rosa, hace poner los pelos de punta cuando explica la angustia que sufre desde que está casada. Y Jordi Pérez Soldevila, el autor y director, representa la figura de un padre encasillado que quiere dejar de ser un fantasma para sus hijos.
Teatro activo y de quilómetro 0 son características representativas de esta función. Los actores se acercan al espectador dirigiéndose de muy cerca, de tu a tu. Los incluyen en cada relato, por eso se necesita usar los cinco sentidos para entender mejor la intención de la pieza, el drama de los emigrantes que mueren en el Mar Mediterráneo.
La obra forma parte de “The Li/ea/ving Project” y se enmarca en Breves, un encuentro sobre piezas teatrales cortas con una temática social concreta. En este caso, el montaje parte de la necesidad, cada vez más urgente en las sociedades actuales, de huir para sobrevivir. A través de la técnica site-specific se pretende que el público se adentre en cada situación con la finalidad de humanizar esta circunstancia. Gracias al esfuerzo y expresividad de los actores consiguen hacer sentir que también te puede pasar a ti.