Lo más interesante de plantear una historia protagonizada por tres mujeres (cosa que, lamentablemente, no es demasiado habitual) es que ofrece la posibilidad de representar diferentes tipos de personajes femeninos, combinarlos y contrastarlos entre ellos y no ante interlocutores masculinos, como pasa la mayoría a veces. Escrita por Amelia Bullmore y dirigida por Sílvia Munt (¡dos mujeres más!), Les noies de Mossbank Road es un emotivo retrato de la amistad y el paso del tiempo, desde la juventud hasta la madurez, repleto de perspectiva y profundidad. El montaje, en general, es ágil y divertido pero también hace unas incursiones dramáticas de una dureza sorprendente. Quizás estos cambios de tono son el principal riesgo del espectáculo. El hecho de pasar bruscamente de escenas de comedia de situación televisiva a intentar plasmar ciertos sucesos traumáticos hace que el espectador tenga dificultades para seguir la secuencia emocional de las diferentes tramas. Probablemente, se busca un cierto impacto pero, por el camino, se pierde una parte del público debido al desconcierto. Por otro lado, el trabajo interpretativo de las tres actrices es, realmente, formidable. Clara Segura, Marta Marco y Cristina Genebat no solamente tienen una química escénica increíble, sino que muestran un abanico de registros en los diferentes géneros de la historia, circunstancias y franjas de edad con el que se ganan el cariño de todo el mundo. Apoyada, además, sobre el factor nostálgico, se trata, en definitiva, de una obra original, honesta, entretenida, valiente y (celebrémoslo) genuinamente femenina.
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