La historia de tres irresponsables, Núria, Lila y Fabi, que se encuentran para compartir un fin de semana desaveniente probablemente para las tres, es una muestra de locura, soledad y necesidades personales continua.
No sé si se trata de irresponsabilidad o impulsividad, realmente. Cada una arrastra sus traumas y una baja autoestima exagerada. Si éste es el sotobosque, la chispa que organiza el incendio es la inestabilidad emocional de Lila y su reciente y traumática separación. Un incidente, una llamada, lo complica todo. Antes, el espectáculo es demasiado lento e inconsistente por la vertiginosa deriva que se organiza después. Hay un cierto desequilibrio, y no crece paulatinamente, sino que estalla y te preguntas si el ejercicio de situación anterior era eficaz.
Las tres intérpretes son garantía, ya de entrada, de eficacia dramática. Nora Navas y Cristina Genebat aportan una calidad que embelesa, pero especialmente brillante está Marta Marco, apoyada por un papel que lo facilita porque lleva el trabajo dramático al extremo de la locura y la afectación. La dirección, a cargo de Sílvia Munt, incorpora elementos dinamizadores que puntualmente levantan el tono. La música y las imágenes de la televisión rompen la monotonía de la escena y sitúan emocionalmente al espectador, pero se echa de menos la energía de un planteamiento personal más profundo, más visceral, más sufrido. Se queda a medio camino entre la comedia y el drama, porque como comedia dramática no llega a alcanzar lo que probablemente pretende.
El texto de Javier Daulte, traducido por la propia Cristina Genebat, es atractivo y dinámico, pero quizás no da juego a llegar más a fondo. Disfruta del espectáculo, por supuesto, y sale con un buen regusto teatral… pero si a las dos horas se te ha ido de la cabeza la experiencia, ya es una señal.
Impulsivas
Les Irresponsables
23/12/2021