Les Antonietes revisitan el clásico de Shakespeare Othello con elegancia, sencillez y toda la fuerza necesaria para arrancar nuestro menosprecio hacia Yago, pero también a los celos de Otelo.
Para aquellos que conozcáis el texto del Bardo, nos explica la historia de Otelo, moro ganador de batallas que vuelve a su palacio vencedor y acompañado por su nueva esposa, Desdémona, y con Cassio como nuevo consejero. Yago, que odia con toda su alma a Otelo, cuando es substituido por Cassio en el cargo, decide elaborar un plan para plantar la semilla de los celos en la cabeza y el corazón de Otelo, y hacerle creer que su mujer y su consejero tienen un afer.
Los textos de Shakespeare son de una actualidad impresionante, sea cual sea la época y el contexto social. Se pueden adaptar en cualquier marco, porque hablan de temas universales como, en este caso, los celos. Para esta ocasión, se ha apostado por una adaptación actualizada en la forma, minimalista, sencilla y austera, pero con todos los elementos indispensables para poder aportar toda la energía a las palabras del texto.
Òscar Intente (Otelo), Arnau Puig (Yago) y Aida Oset (Desdémona), transforman las palabras de Shakespeare en realidad, navegan en cada una como peces en el agua. Hacen natural cada pensamiento que intercambian los unos con los otros.
Yago es el personaje más agradecido de entrega, pero también el más complejo de interpretar y Puig lo consigue desde el momento en que confiesa su odio hacia el moro. Intenso, con la medida exacta de pasión y mezquindad, transmite en cada gesto, con cada mirada. Intente nos transmite la evolución de Otelo, desde su enamoramiento inicial hasta su obsesión por el posible engaño de su mujer. Vemos en sus palabras, los gestos y, sobretodo y especialmente, en su mirada, como van creciendo los celos en cada tramo del texto. Oset, aunque su personaje tiene una justa participación en estos 90 minutos de obra, consigue dar vida a esta mujer enamorada ultrajada, mostrando su valentía defendiendo su honradez y su amor.
Los recursos audiovisuales son interesantes para experimentar toques nuevos en la obra. No aportan nada de especial, pero resultan curiosos.
Si el espectador es un apasionado de Shakespeare y sus obras, encontrará en esta adaptación todo lo necesario para disfrutar del texto con unas interpretaciones sobrecogedoras y muy interesantes. Si, en cambio, es desconocedor de la obra del Bardo, que se acerque a Otelo a esta versión de Les Antonietes, indiferente seguro que no le dejará.