Ramon Madaula habla en su segundo texto como autor dramático de la inseguridad y la necesidad de que nos quieran. Para hacerlo, nos presenta a un político incapaz de hacer su discurso de investidura a causa de un tic nervioso en el rostro. A partir de aquí, nace una comedia muy divertida en la que dos hombres, político y psicólogo, intentan abordar todas estas inseguridades en tiempo récord para que el político pueda, finalmente, tomar posesión.
La familia, los coach y la política son el eje de los gags de un montaje que no sólo hace reír sino que permite disfrutar del buen trabajo de sus dos protagonistas: Ramon Madaula y Roger Coma.