Que te expliquen la historia de varias generaciones familiares en torno a los negocios que las han hecho triunfar no es, a priori, un plato que me apetezca demasiado. Pero esta trilogía -aquí reducida y condensada en una sola obra- es un texto inteligente e impecable. Un texto que, con las licencias propias de un tema que abarca casi dos siglos, nos hace una radiografía muy entendedora de lo que ha supuesto el capitalismo en el mundo occidental. Y lo hace, precisamente, con un buen número de recursos estilísticos y con un espíritu juguetón que no nos hace perder el hilo en ningún momento. Es difícil mantener el interés mientras se habla de transacciones comerciales, venta de acciones o estrategias empresariales… pero Stephano Massini lo consigue, añadiendo a todo ello ironía, distanciamiento y detalles que nos desvelan el perfil psicológico de cada uno de los seis personajes de la familia Lehman.
La dirección de Roberto Romei es habilidosa y alentadora, a pesar del minimalismo formal y estético que se ha escogido. Todo se basa en la interpretación, y lo cierto es que los seis actores defienden con gran acierto un texto muy narrativo, a ratos difícil y casi siempre impersonal. Se nota un gran trabajo de disección y análisis del texto, así como un desparpajo que sólo da la experiencia y el hecho de encontrarse a gusto en un proyecto. En este sentido, valoro muy positivamente los actores escogidos, puesto que mucho de ellos no son a menudo protagonistas de muchos de los espectáculos en los que intervienen… pero aquí tienen momentos de lucimiento y consiguen brillar como el que más. Un gran trabajo para un texto que triunfa en escenarios de todo el mundo y que quedará como referente.