Nunca antes había visto tanta euforia, admiración y unanimidad entre el público y la crítica en un espectáculo. Desde su estreno en Madrid y su infinita y creciente lista de gira, tenía una curiosidad y ansia inaguantable por ver qué tipo de monstruo había creado Sergio Peris-Mencheta.
Después de ver Lehman Trilogy dos veces en tres días, puedo afirmar y reafirmar la espectacularidad de este montaje y la merecida ovación que reciben en cada uno de sus pases.
Lehman Trilogy deslumbra por las siguientes razones.
Los actores: No son actores, son, como ha mencionado en entrevistas su director, juglares. Aitor Beltrán, Ferran González, Pepe Lorente, Darío Paso, Leo Rivera y Litus Ruiz interpretan a más de 120 personajes a lo largo de la historia de los hermanos Lehman, metiéndose en la piel de los propios hermanos, sus hijos, sus mujeres (una de las escenas más divertidas y bien logradas que he visto en mucho tiempo) y todos los personajes que hagan falta para trasladar al público al trepidante mundo que crearon los Lehman con una energía y un esfuerzo admirable, uno de los motivos por los que decides levantarte de la silla al aplaudir.
La historia: Puede que si no eres muy entendido en economía o sientas repulsión por el capitalismo, pienses que una historia de tres horas sobre este tema sea inaguantable y difícil de llevar al lenguaje teatral, pero precisamente, el trato que hace Sergio Peris-Mencheta lo convierte en un cuento que no quieres que acabe. Momento que aprovecho para alabar su gran dirección.
La música: Lehman Trilogy cuenta con unas maravillosas composiciones y la voz de Litus Ruiz, que hacen muy dinámico, entretenido y memorable el espectáculo. Pero NO es un musical, la música simplemente acompaña a la historia y ayuda a contextualizarla.
La escenografía: Es una de las piezas por la que me uno a la afirmación de algunos espectadores de que es la obra de la década. Una escenografía aparentemente sencilla que, explotada al máximo, sorprende cada vez más a medida que va avanzando el espectáculo y lo hace memorable.
Lehman Trilogy es una gran joya entre los montajes teatrales que podemos ver actualmente en España. Es diferente, atrevida, rompedora y emocionante, características que la hacen inolvidable y permiten que sea recordada en el tiempo en la mente de los que hemos podido disfrutarla.
Una obra para descubrir la grandeza del teatro y enamorarse de él, y su éxito es atribuible a una de las frases de los Lehman que al escucharla pensé, eso es. La espectacularidad de esta balada para sexteto en tres actos «no es suerte, es técnica».
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