Si alguien pretende ver sólo un concierto de cuplés y canciones de revista muy equivocado, porque detrás de esta actuación y de este nuevo proyecto del grupo gerundense Le Croupier hay mucho más. Hay una idea muy interesante -mitad broma, mitad homenaje- y también hay, sobre todo, un canto de amor a un género y a una manera de entender el espectáculo que sólo vive en fotografías antiguas, viejos recuerdos y leyendas deformadas. Como dice alguien en el documental que se proyecta durante el montaje, la historia de la olvidada vedette Esperança Dinamita y la de tantas otras estrellas de un Paral·lel que ya no volverá «forman parte del imaginario colectivo». Y con esto nos tenemos que quedar, porque el resto son ochenta minutos de fiesta, música bien interpretada y comicidad efectiva, todo aderezado con el tono picante que corresponde en estos casos…
Detrás de este repertorio, clásico dentro del género y divertidísimo como pocos, están los músicos de Le Croupier con su cantante Carles Cors, y con dos artistas invitadas que hacen las delicias del público. Una de ellas es la excelente cantante, y mejor actriz, Aina Sánchez, que aporta a los cuplés una picardía que no resulta nunca burda, sino más bien elegante y distinguida. Y la otra es Mont Plans, que sólo con tres canciones y un speech graciosísimo se pone a los espectadores en el bolsillo. Realmente, un espectáculo muy recomendable para todos, ya que nadie renuncia nunca a los encantos y las viejas historias de un Paral·lel que aún conserva una pizca de magia.