Manifiesto contra la violencia

L’assaig. Històrie(s) del teatre (I)

L’assaig. Històrie(s) del teatre (I)
01/08/2018

Lo más interesante del teatro documental (un género cada vez más habitual) es que, más allá de instalarse en un nuevo formato práctico y funcional, continúa en constante desarrollo, arriesgando y experimentando con sus posibilidades. Concebida como la primera entrega de una serie de montajes sobre la historia del teatro y, al mismo tiempo, un manifiesto democrático inspirado en la realidad, L’assaig explora con sangre fría, inteligencia y espíritu de denuncia, el odio, la violencia extrema y el sentido de su plasmación sobre el escenario. El director Milo Rau continúa, de este modo, después de Hate radio y The Civil Wars, su línea de investigación artística donde intenta dar forma teatral al dolor, la crueldad y el terror de una sociedad llena de acciones abominables. El espectáculo resulta tan fascinante como emocionalmente demoledor. De entrada, la escena del casting inicial es ácida, divertida y brillante. Más adelante, es capaz de construir, basándose en el caso real de un crimen homófobo que conmocionó a la ciudad belga de Lieja en 2012, una pieza donde, durante 20 minutos, muestra todo lo que hicieron los asesinos a la víctima, sin caer en el morbo o el efectismo, con una ejecución técnica precisa y una crudeza brutal. A partir de aquí, llega la reflexión alegórica sobre los hechos y el rol pasivo del espectador/ciudadano con un juego audaz que, desgraciadamente, no se atreve a llevar hasta el final. Además, el recurso de utilizar la pantalla puede agotar un poco y su distancia sentimental quizás hará a algunos espectadores desconectar en ciertos momentos. En cualquier caso, gracias a su dureza y, al mismo tiempo, poder de cautivar, junto con un discurso muy valioso, sugerente y una concepción impactante, consigue ofrecer una experiencia realmente memorable.

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