Colorín, colorado, por desgracia este cuento no ha acabado.

La tristeza de los ogros

La tristeza de los ogros
24/02/2018

A la izquierda, una chica –soñadora e inocente Olivia Delcán– secuestrada en un sótano oscuro. A la derecha, un chico –rabioso y enérgico Nacho Sánchez– aislado en su habitación, cansado y enfadado por no entender ni ser entendido. Aunque en prisiones de distinta naturaleza, ambos están encerrados. Y en los dos abundan los sueños rotos, las esperanzas truncadas, los recuerdos hirientes y los deseos ahogados. Los dos intentan expresarse, comunicarse con el exterior mediante cámaras, pero ninguno lo consigue. Y al final los dos escaparán, tomando para ello decisiones drásticas y extremas. En medio de ambos queda la adolescencia que les une, personificada por una especie de fantasma de la niñez. Una diabólica y omnisciente maestra de ceremonias –Andrea de San Juan– que con una interpretación sobrecogedora y la ayuda de la técnica provoca conmoción y miedo a partes iguales.

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