Daniela Feixas nos propone un interesante debate al volante del comportamiento de los individuos, preguntándose qué parte de este se debe a la herencia genética, qué al ambiente o si sólo se debe a una de ellas. De hecho, estas dudas han marcado el campo de la genética desde que Darwin impulsó la teoría de la selección natural, los cuales han llegado hasta nuestros días. Varias voces en ambos sentidos se han pronunciado al respecto y aún sigue siendo un debate apasionante, el cual, a lo largo de la historia, se ha utilizado en movimientos como el nazismo para justificar sus ideales y sus actos criminales. En este sentido, la autora nos plantea una historia en la que se mezclan elementos dramáticos propios de las obras que hablan de conflictos familiares con los del thriller, situándonos todos ellos en medio de este eterno debate. Así, se nos plantea un punto de partida atractivo y se dibujan unos personajes y una situación en consonancia, acertando a la hora de fusionar los diferentes temas. Sin embargo, el desarrollo de la historia contiene algunos altibajos, presentándose demasiado convencional y no acabando de encontrar la manera más adecuada de encajar el desdoblamiento temporal que presenta, así como la forma insertar en la historia la parte más cercana el thriller. Por su parte, las actuaciones son correctas y la dirección de Lurdes Barba conservadora, prefiriendo no arriesgar y dejando que las palabras sean las auténticas protagonistas. Así pues, se trata de una obra con un planteamiento muy interesante, que a pesar de no estar desarrollado con todo el acierto necesario, sí que nos hace reflexionar en torno al tema y nos hace pasar un rato distraída.
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