No se podrá negar que La tienda de los horrores ha estado siempre rodeada de un aura especial y de una suerte mayúscula. Primero fue una película de serie B, rodada en solo dos días, que con los años se convirtió en una cinta de culto. Después se transformó en un musical que superó las expectativas del Off Broadway, y por último Hollywood también puso a cantar a la famosa planta en la película de Frank Oz. Un éxito relativo, pero de nuevo otro film que ha ganado admiradores año tras año. Cuál es el secreto de la proeza? No sabría asegurarlo, pero creo que la modestia del producto, la originalidad de la historia o la calidad de la partitura en su versión musical han tenido mucho que ver.
Por lo tanto, parecía que una nueva versión del musical -en Barcelona ya se vio la de Joan Lluís Bozzo y la de Ricard Reguant- tenía que tenerlo todo asegurado. La sorpresa ha sido ver que al producto le pesan un poco los años, o bien que quizás la idea de Llàcer y Guix de renovarlo y hacerlo más atemporal no le han sentado demasiado bien. Este musical es de aquellos que funcionan con un aire retro, sin renunciar al freakismo que lleva implícito ni a la especial energía que desprende. No he entendido tampoco algunas resoluciones estéticas, a pesar de que la producción está a la altura de lo que se espera de ella. En cuanto al ritmo y a la resolución de algunas escenas, seguro que mejoran cuando se pase a un teatro cerrado. El Grec no es el mejor espacio -por medidas y por acústica- para hacer musicales… esto está muy claro.
Sea como sea, esta nueva Tienda tiene momentos muy lucidos y volverá a ser un éxito de público. Manu Guix disfruta de lo lindo con su interpretación vocal de la planta Audrey II, mientras que las Sey Sisters resultan fundamentales a la hora de aportar el aire de soul, doo-woop y motown que la pieza requiere. Marc Pociello y Diana Roig cumplen en sus roles, mientras que José Corbacho se pone el público en el bolsillo… a pesar de que a mí me pareció que estaba en un registro diferente al de sus compañeros. En resumen, un producto que irá mejorando con el rodaje y que acabará siendo uno de los grandes reclamos -y posiblemente uno de los grandes éxitos- al inicio de temporada.